Mundial impredecible

Como les comenté en mi primer despacho, yo vine a Sudáfrica a ganarme la vuvuzela nuestra de cada día y por eso trabajo de niñero, con eso me mantengo bien pero tampoco da para super lujos y el Mundial demanda mucho dinero, hay tanto para consumir, las entradas son caras y quisiera el merchandising de todos mis equipos favoritos.

¿Qué puede hacer uno para triplicar su sueldo? El dinero fácil no existe, pero este mes es especial y hay que gastar. Me dediqué a las apuestas, claro así gano dinero y veo más partidos y sobre todo los festejo como se bebe, digo como se debe. La apuesta es la forma más rápida de multiplicar tu dinero, sólo que hay un inconveniente, que si no ganás además de no “ganar”, perdés lo que ya tenías. Y como van los resultados no le voy achuntando a nada. A Argentina le puse pocos puntos después de la eliminatoria que se mandó donde terminó pidiendo tiempo ante Perú en Buenos Aires, España mi favorita perdió contra Suiza, la selección del Tiki taka más parecía jugando al pata pata, no podía hacer una, los Alemanes que llegaban con perfil bajo golearon su primer partido, ahí dije yo” Acá están mis nuevos favoritos encargados de que mis billetes se reproduzcan” y resulta que hasta Alemania perdió con Serbia, los ingleses no saben nada más que empatar y Brasil, bueno Brasil ganó pero cabalingo, así no da pa´ animarse a apostar por uno solo candidato. Si sigo así no me va a dar para recuperar mi sueldo ni pa´ mi Jabulani que tanto me quería comprar.

¿Será que este Mundial es una completa sorpresa? Un Mundial sin Brasil, Argentina, Alemania, Italia en la final debe ser como un Somó pero con bola de mocochinchi. ¿Cuánta plata perdería la FIFA en una final como Argelia Vs. Serbia? Además que yo no sabría por quién apostar.

Las noches abrazan con mucha fuerza un frio de invierno en esta parte del continente negro, el viento es el condimento para que ese frio los sintás hasta en las orejas. El ruido de los turistas te distrae pero no te calienta, la única solución es el abrigo. ¡Cómo me arrepiento haber apostado mi chamarra a favor de Alemania, me muero de frio!